sábado, 10 de julio de 2010

Los Caminantes, de Carlos Sisí




Los Caminantes
Carlos Sisí
Dolmen Books
272 páginas



Argumento:

Sin saber muy bien por qué, los muertos resucitan y se convierten en zombis en la ciudad de Málaga, pero el mal está extendido por todo el mundo.

Comentario:

Aunque lo cierto es que el tema de la novela no me gusta nada, y mucho menos en literatura, la he leído por curiosidad, dado que está tan de moda el mundo de los muertos vivientes. Me resulta pues, bastante difícil comentarla, sin tener en cuenta y a la vista la cultura actual donde se incardina este boom zombiesco.

En primer lugar, la prosa me parece correcta, con buenos toques a veces. No se le puede objetar nada a nivel formal. La narración es muy descriptiva, tanto en lo relativo a los paisajes (las localizaciones de la ciudad de Málaga y alrededores, que yo desconozco, pero qué importa, están bien descritas novelísticamente, sean así o no), como a la natura especial de los muertos vivientes, en cuyos flujos, vísceras putrefactas, sangres coaguladas y demás, se detiene con fruicción el autor, añadiendo a esto los efectos sonoros de los cloqueos y ruidos concomitantes al estado difunto-vivo. Este, a mí modo de ver, es uno de los puntos fuertes de la novela: la creación y visualización de un mundo apocalíptico, ruinoso, acabado y peligroso, además de esas estampas de muertos en manada vagando en busca de aliento y calor humano. Poderosa imaginería mortuoria, se podría decir. Realmente se proyecta la película en tu mente. La palabra película no está utilizada de forma ociosa: la novela es, o a mí me ha recordado mucho, una "película" de zombis como las de Romero y cia. Todo lo que estaba en esas narraciones fílmicas está en Los Caminantes. Si los zombis son ya un "género" con sus convenciones, esta novela cumple con creces lo que pueden esperar sus fans. 

En cuanto a la historia en sí, dada la limitación que imponen esas mismas convenciones, no me ha sorprendido mucho, a pesar de que el autor, quizás tratando de añadir un toque de diferencia respecto a sus referencias cinematográficas, incluye un inquietante personaje religioso que se mueve entre los muertos, y eleva el tono apocalíptico, no obstante materialista, racionalista y ateo que siempre trae consigo la resurrección física del cuerpo, sin mención al mítico concepto de alma. Este personaje, el padre Isidro, me ha traído a la cabeza otra película, también apocalíptica, y con grandes similitudes con esta historia, como es "El último hombre vivo", con Charlton Heston. Isidro podría ser hermano o primo de Matthias, el enemigo de Charlton en su lucha por sobrevivir como humano entre no humanos. 

Porque, como todas las novelas o historias de zombis, se trata en el fondo de un relato de supervivencia en un mundo donde dejan de funcionar las reglas y la energía eléctrica, la tecnología, y se produce una regresión al hombre natural en lucha contra la muerte, encarnada en las hordas de carne sin vida. También es un relato lleno de esquemas bélicos, en el que predomina la acción sobre la reflexión (aunque hay algun breve apunte); y donde el dolor físico y la sangre derramada merece más atención que el sufrimiento existencial ante la situación planteada o las elucubraciones filosóficas sobre el sentido de la vida, la civilización y las obras humanas.

Como novela en sí, la veo falta de una estructura clara, o de un crescendo de interés. Las escenas de ataque y defensa se repiten demasiado. Y para colmo, al final se produce un coitus interruptus que te deja algo turbada, insatisfecha, pues solo al final el autor introduce el único factor de intriga, relacionado con una investigación que aclare las razones y los orígenes de la rebelión de los muertos (dejando aparte la intriga obvia de ver quienes mueren cuándo y cómo...). Lógicamente, hay segunda parte... Nunca me ha gustado que me dejen una novela a medias.

Los personajes, salvo tres o cuatro, al ser muy numerosos, resultan poco distinguibles unos de los otros. Muchos sabemos que solo están para morir, lo cual no es ni bueno ni malo, solo obedece a la lógica de este tipo de relatos, pero si tuvieran un poco de vidilla para empatizar con ellos... 

Siendo franca, no me ha dado miedo, y eso que las películas de zombis son las únicas que han logrado causarme literalmente pesadillas. Opinión mía: la literatura no es el medio natural de estas historias, que reclaman un desarrollo más audiovisual. Sin embargo, hoy en día hay un boom de historias de muertos vivientes, cosa que no logro comprender: los muertos tienen poca vida interior, y no se puede sacar mucho de ellos, ni siquiera conversación banal sobre el tiempo...

En resumen, una novela que gustará a los fans del género, por sus poderosas imágenes gore, cual bodegones macabros, acción casi continua, y que no molestará a los que no lo son y leen de todo, pero que quizás hubiera necesitado una estructura más "literaria" (una progresión dramática), menos reiteraciones, y personajes con más empaque para afectar en lo más profundo. Entretenida obra.



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