jueves, 6 de octubre de 2016

Cero K, de Don DeLillo

Cero K
Zero K
Don DeLillo
Traductor: Javier Calvo
Seix Barral
320 páginas


Argumento:

La madrastra de Jeffrey Lockhart quiere terminar sus días criogenizada, en espera de nuevo despertar. El joven acude al centro donde tendrá lugar la congelación con su padre, quien le anuncia algo sorpresivo y traumático sobre el asunto.

Comentario:

He de decir que empecé este libro con muchísimas ganas, muy interesada, ya que el tema es atractivo y me llama mucho: las implicaciones de la criogenización, de la vida prolongada por métodos médicos, el transhumanismo en general, la inmortalidad, el propio concepto de lo que es vida... 

Durante los primeros capítulos, cuando conocemos el centro donde se criogeniza a los pacientes que voluntariamente acuden a él (en fases terminales, por ejemplo, o con enfermedades sin cura y que generan poca calidad de vida), estuve enganchada a la prosa poética y casi trascendental del autor, que logra crear un aire casi surrealista, futurista, muy adecuado a lo que se está contando, con descripciones interesantes. No sé por qué, pero en algún momento me recordó un poco a Houellebecq, y en otras partes, a novelas clásicas del género de Ciencia Ficción, distopías del estilo de "Un mundo feliz", de Huxley.

A través de Jeffrey, escéptico con esas cuestiones, conocemos el lugar y a los pintorescos seres que lo habitan, defensores de lo que parece una nueva religión laica de la vida eterna. Ciertamente, toda esta parte da qué pensar y mucho, inquieta y perturba, sobre todo el giro que se da cuando el padre de Jeffrey hace su anuncio. La gente de ese lugar, que parece un búnker o refugio, piensa que serán la avanzadilla de una nueva humanidad, y convencidos de ello, aleccionan a los demás. Personaje especialmente llamativo el de El Monje (hay un remedo de la religión, digamos tradicional, como si se tratara de usurpar la mística espiritual en un modo materialista). 

Sin embargo, en el momento en que la madrastra de Jeffrey deja de estar presente y este abandona el lugar, el libro, para mi gusto decae en interés. Empieza a divagar, a alejarse del argumento primero y a centrarse en la vida amorosa del protagonista, supongo que como contrapunto de lo visto anteriormente, como si el autor quisiera decirnos que eso sí es la vida y no las pretensiones un tanto utópicas y fantasiosas de los defensores de la criogenización y la humanidad post humana. Entiendo la intención del autor, sí, pero el que se aleje de la trama principal a mí también me aleja del libro, y lo cierto es que, al final, ya lo leía con desgana.

Eso sí, la prosa es buena, muy lírica, quizás a veces, demasiado, hasta rozar el surrealismo. No había leído nada de este autor; no esperaba que tuviera este tono tan elevado, aunque la verdad, tiene frases muy buenas, de gran nivel. 

Como curiosidad, Cero K es una alusión a la temperatura de congelación de los cuerpos.

Al final, la obra no me parece que logre una dimensión superior, no es tan impactante como las distopías clásicas, no estudia a fondo el asunto que supuestamente trata, divaga, se va por las ramas, y queda como un borrador de ideas que prometían o que podrían haber dado lugar a mayor desarrollo. Quizás me falla también el protagonista principal, al que noto un poco anodino, pasivo, mero observador de las cosas que ocurren a su alrededor. Pero bueno, tiene partes muy bien escritas, para el disfrute con una prosa elaborada.

En resumen, una novela de la que esperaba bastante más, por su temática y sus implicaciones filosóficas, pero que después de una primera parte interesante, decae o pierde el rumbo. 

¿Qué te ha parecido la reseña? ¿Te apetece leer este libro? ¿Ya lo has leído? (Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión)

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