viernes, 13 de enero de 2012

El Círculo Perfecto, de Moruena Estríngana


Editorial: Ámbar
400 páginas
17 €

Argumento:

Ayudado por la magia, un príncipe del siglo XVI aparece en el XXI dispuesto a llevar a cabo sus destino. La joven Evelyn es la encargada de ayudarle.

Comentario:

Viendo la ilustración de la cubierta se nota que El círculo perfecto es una novela de fantasía romántica en la que la relación amorosa entre Evelyn y Derek es el centro de una historia, de desarrollo y conclusión previsibles, con muchas carencias en varios aspectos.

La ambientación, casi nula, hace imposible saber en qué época y lugar se desarrolla (¿Una realidad alternativa? ¿Un mundo fantástico apenas pergeñado por la autora?), limitándose a la descripción física de los protagonistas: la ropa y la belleza, centrada sobre todo en el cabello y los ojos, que parecen ser el principal motivo del enamoramiento entre unos personajes que carecen de personalidad más allá de la apariencia: incluso hay momentos en los que no se sabe quién es quién, como cuando se alude a los abuelos, unos maternos y otros paternos, unos vivos y otros muertos, cuyos nombres se desconocen.

Todos los personajes, desde los abuelos hasta los compañeros de estudios de Evelyn y la interacción que mantiene entre ellos, tienen una única misión, afectar de la manera que sea a la trama amorosa. Así ella compara su situación con Derek con la de otra pareja, se producen escenas de celos con una “amiga” o ha de enfrentarse al incomprensible rechazo familiar (tanto hacia la magia como hacia Derek) o a la más que previsible traición de Dani, ese novio “por obligación” que no la merece, en escenas incongruentes y carentes de la menor credibilidad protagonizadas por unos personajes que aparecen y desaparecen en los momentos que se necesita crear un conflicto.

La narración, en primera persona y presente, en la que se alternan los puntos de vista de Evelyn y Derek, quizá pretende crear una sensación de empatía con los personajes, aunque sólo consigue destacar más sus carencias: no sólo ambos se expresan igual (también lo hace Gaspar, el brujo que toma la palabra al final de la obra) y eso que él viene del siglo XVI sino que Derek se adapta mejor que ella al siglo XXI (es quien la lleva al cine y a comer una hamburguesa por primera vez) reitera pensamientos, emociones, reacciones y diálogos que no aportan nada nuevo, aunque da la impresión de que quieren pasar por ingeniosos y emotivos sin lograrlo.

Así, la historia avanza a trompicones entre discusiones repetitivas, reencuentros melodramáticos, escenas en las que ambos inciden en la carencia de futuro de la relación, desconfianzas absurdas o ataques de un ente (el pirata que mantuvo prisionero al joven) cuya única finalidad parece la de propiciar un rescate de un Derek arrogante, creído y “atormentado” a una Evelyn frágil, hipersensible y romántica, representantes de unos patrones (protector y protegida, príncipe y plebeya, redención por amor, predestinación) anticuados que dan una imagen poco realista de lo que es una relación amorosa.

Aunque se observan profusión de erratas y palabras mal utilizadas (que dificultan la comprensión de la lectura), esto es un mal menor ante problemas como la carencia de estructura o la incapacidad de distinguir qué escenas han de contarse en detalles o cuales han de ser resumidas. La autora no parece conocer la elipsis o  que cada escena ha de servir para que la narración avance, siendo buena muestra un prólogo en el que su protagonista, Petra, incurre en contradicciones como utilizar el cadáver de su bebé recién nacido para intercambiarlo por el príncipe y ocultar que está vivo para, en las siguientes páginas comprobarse que no sólo todos saben quién es, sino que además ha pasado años secuestrado por unos piratas, o la escena en la que, aun herida de muerte, tiene tiempo de dar todo tipo de explicaciones y hacer preparativos de última hora antes de expirar.

A este extenso prólogo que no aporta nada se unen todas las páginas dedicadas a la escuela de magia, con un Derek elegido profesor casi porque sí, aunque luego no se muestra lo que sucede en ninguna de las clases, que también se podrían eliminar sin que afectase a una novela que, como tantas otras de varios géneros, parece escrita “a medias”.

Es decir que, como se ha mencionado, su autora relata, de forma repetitiva y obsesiva, las emociones exacerbadas de dos personajes cuyo único interés es el conflicto romántico, mientras el resto (la reglas que rigen la magia y la medicina para su “curación”, la consistencia de la trama de venganza y restauración, la historia de las águilas, la de las espadas o la inmortalidad) se narran de forma superficial y sin atención a la credibilidad (Evelyn enciende un ordenador justo cuando llega el email oportuno… ) como si le resultara aburrido escribirlas, pese a ser necesarias para dar la impresión de que se cuenta algo.

En resumen, una novela mal redactada, con erratas, situaciones carentes de lógica y planteamiento confuso que quizá pueda interesar a quienes les gusten las historias de un romanticismo exacerbado.


*** T ***


Los comentarios están moderados con lo cual tardan un poco en salir. Gracias por tu opinión.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Comenta, no seas tímido.
Y no olvides que si publicas un comentario estás aceptando nuestra política de privacidad (ver en apartado política de privacidad y aviso legal) y dando consentimiento explícito a que figuren aquí los datos con los que firmes o te registres. Si no quieres dar consentimiento, no comentes. Si tienes dudas, visita la política de privacidad. Pongo esta coletilla por si acaso fuera necesario, aunque creo que no, al ser un sistema de comentarios de Blogger y no se exige poner email o nombre real. Más vale que sobre que no que falte. No publiques urls ni emails.

Responsable de los datos: M.C. Mendoza (contacto en política de privacidad)
Finalidad: moderar los comentarios.
Legitimación: consentimiento del usuario
Destinatarios: el sistema de comentarios de Blogger.
Derechos del usuario: acceder, rectificar, limitar y suprimir datos (si los hubiera)