martes, 18 de febrero de 2014

El chico perfecto no sabe bailar el twist, de Bea Magaña

Editorial: Amazon
Páginas aproximadas: 213
1,75 €

Argumento:

Segovia, 1996. Caterina y Carla son dos amigas de 23 años que están enamoradas del mismo chico, Fran.

Comentario:

Una de las primeras cosas que llama la atención al empezar a leer la novela es una redacción en presente que no parece tener finalidad clara o significativa: si estuviera en la tercera persona más habitual no cambiaría nada. Lo mismo ocurre con  la insistente repetición de varias palabras («amiga» y «chicos» son las más recurrentes). La impresión que da es que necesita bastante revisión.

También abundan las redundancias: solo en el primer cuarto de la novela se incide varias veces, y sin aportar nada nuevo, en lo amigas que eran Caterina y Carla y cómo ya no es lo mismo, en que las forma en que Cat se relaciona con los chicos puede ocasionar que la consideren fácil o, por el contrario, que su manera de vestir (trabaja en un taller y lleva ropa «masculina») la haga sospechosa de ser lesbiana, etc...

Destaca además la larga enumeración de cada sitio al que acuden las protagonistas y los grupos musicales que escuchan. Quizá es un fallido intento de ambientar las escenas, ya que apenas se describen los lugares o se sugiere que puedan ser importantes para los personajes.

Hay que mencionar que además de los puntos de vista de Cat y Carla (y muy ocasionalmente de Fran y Javi), la voz narradora actúa como un tercer POV que comenta y opina sobre cómo son los personajes, aunque los comportamientos de estos en muchas ocasiones contradicen lo que afirma el narrador, cuya finalidad parece centrarse en contar lo que no es capaz de «escenificar».

De hecho, según avanza la historia, se nota cada vez más que la autora tiende a resumir escenas que tal vez merecerían ser desarrolladas y a incluir diálogos irrelevantes, que no aportan mucho a la novela, dando la impresión de que no sabe cómo resolverlas. Esto se percibe más en el último tramo, donde todo se soluciona haciendo que las protagonistas tomen decisiones drásticas e incoherentes sin lógica ni credibilidad, sin justificarlas.

En cuanto a los personajes, da la impresión de que sucede algo similar, y que ambas protagonistas, sobre todo Cat, no saben quién les gusta y por qué. Se enamora de Fran de forma tan superficial y frívola como incomprensible, y de la misma  manera cambia su interés a Javi, para de nuevo volver a Fran, Javi, Fran, Javi…

Curiosamente, ambas resultan poco agradables: tanto Cat como Carla son envidiosas, vengativas y, sobre todo, competitivas, se diría que les importa más enfrentarse entre ellas, y ganar, que conseguir a Javi o Fran. Algunos comportamientos (la reacción de Carla al «problema» de Fran), son perdonados con excesiva facilidad y la decisión de Caterina acerca de sus estudios parece un sacrificio y una renuncia innecesarios en nombre de un amor tratado en ocasiones como un sentimiento caprichoso y errático.

Los dos hombres de la novela aparecen idealizados: Fran con esa «perfección» que nunca se ve (ni siquiera se muestran sus «famosas» cartas a Carla). De hecho en las pocas escenas que protagoniza da la impresión de ser un chico que se entera de poco, bonachón, algo pusilánime, cobarde, incapaz de hacerse cargo de su propia vida. Javi, por el contrario, es el clásico pagafantas dispuesto a soportar lo que sea para conseguir a la chica de sus sueños, por mucho que a ella le cueste decidirse por uno u otro.

Irregular, a ratos incomprensible (en especial los comportamientos, reacciones y decisiones de sus protagonistas), El chico perfecto no sabe bailar el twist es una novela difícil de clasificar.


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***T***

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1 comentario:

  1. O argumento me pareceu bom, mas a leitura foi extremamente cansativa. Realmente uma boa revisão não teria feito mal e enriqueceria muito o livro.

    Saludos desde Brasil.
    Valéria.

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